Victoria Eugenia Santa Cruz Gamarra nació en La Victoria, Perú, el 27 de octubre de 1922, y murió en Lima, Perú, el 30 de agosto de 2014. Compositora, coreógrafa y diseñadora.
El sitio www.peru.info
publicó este recordatorio.
Victoria Santa Cruz, mujer clave en la Historia del Perú
Publicado el: 23/07/2021
Su nombre es sinónimo de empoderamiento, no solo femenino,
sino ante la discriminación que le tocó vivir. Fue compositora, diseñadora,
coreógrafa, folklorista y promotora de la cultura peruana en el mundo. Este 25
de julio conmemoramos el día de la mujer afroperuana con su máxima exponente.
Es dueña de un legado tan grande y completo que es difícil
honrar su memoria en pocas palabras. Fue folklorista, compositora, coreógrafa,
poeta y diseñadora, pero sobre todo capaz de superar las circunstancias de su
tiempo y convertirlas en orgullo. Personaje fundamental de la cultura
afroperuana, Victoria Eugenia Santa Cruz Gamarra, mundialmente conocida como
Victoria Santa Cruz, nació el 27 de octubre de 1922.
La historia de "la madre de la danza y el teatro
afroperuano" está ligada a la de su familia. Octava hija de Nicomedes
Santa Cruz Aparicio y Victoria Gamarra -él, dramaturgo; ella, una artista
plástica y bailarina de zamacueca y marinera-, Victoria respiró el arte y la
cultura desde muy pequeña. Las conversaciones a la mesa de los Santa Cruz
giraban en torno a la música, el baile, el teatro y, sobre todo, la peruanidad.
En una entrevista, años más tarde, Santa Cruz describió el
momento de su infancia en el que experimentó por primera vez el sufrimiento que
sintió cuando sus amigos la rechazaron por sus rasgos africanos. Una nueva
chica, rubia y blanca, de su barrio les dijo: "Si la chica negra quiere
jugar con nosotros, me voy". Aquel momento la marcó, le hizo preguntarse
por su propia identidad desde muy joven. Y fue el inicio de un legado que dura
hasta el día de hoy.
Esta temprana exposición a la discriminación, sumada a su
vinculación con las artes, llevó a Santa Cruz a crear y participar en musicales
como Malató, que la llevarían poco a poco al autodescubrimiento y la
recuperación de su cultura, basada en el ritmo interno y lo que ella llamó
memoria ancestral. Para el año 1959, a sus 27 años, había fundado, junto con su
hermano el decimista Nicomedes Santa Cruz, el grupo teatral Cumanana y
compuesto juntos un clásico: el vals “Callejón de un solo caño”.
Su pasión por la danza y la composición musical tuvieron una
enorme influencia a lo largo de su vida, en particular mientras estudiaba en el
Teatro de las Naciones, en París, gracias a una beca del gobierno francés, en
1961.
UN LEGADO QUE MARCÓ ÉPOCA
A su regreso de París, la distancia con su hermano se empezó
a hacer evidente. Victoria y Nicomedes “canalizaron el obstáculo de ser
negros”, explica Daniel Contreras, organizador de la exposición ‘Todo es Ritmo’
en 2016. Lo hicieron de manera distinta, sin embargo. Nicomedes optó por llevar
su posición a lo político; Victoria, por el lado cultural, a través de la danza
y el teatro.
En 1967, ya con una carrera y un camino propio, fundó la
compañía Teatro y Danzas Negras del Perú, uno de los grupos que revolucionó la
cultura afroperuana, de la que fue directora durante los cinco años de
actividad. Desde esta plataforma, Victoria no solo rescató y recreó danzas
afroperuanas. Su producción fue un relevante estímulo para las carreras de
figuras como Lucila Campos y para la cultura afroperuana en general.
“El arte de Victoria Santa Cruz arranca desde la condición
humana. Sus propósitos son los de recrear no solo los aspectos pasados de la
situación del negro, sino, especialmente, mostrarlo en sus vivencias actuales.
(...) El negro es alegre, tiene la alegría, el ritmo en la sangre, pero no es
alegre por la situación en que vive sino a pesar de ella”, relató Winston
Orrillo, poeta y periodista que estuvo presente en la primera presentación de
la compañía, en el Teatro Segura.
El éxito de la compañía la llevó a presentaciones en todo el
mundo. El mayor hito internacional fue su actuación en los Juegos Olímpicos de
1968 en la Ciudad de México. Aquel año, el Gobierno Revolucionario de las
Fuerzas Armadas tomaba el poder en nuestro país. Santa Cruz fue nombrada
directora de la recién creada Escuela Nacional de Folklore en 1969 y directora
del Conjunto Nacional de Folklore, en 1973.
UNA MUJER PARA EL MUNDO
A partir de 1982, Santa Cruz inicia una etapa menos
histriónica y más académica. Su experiencia y conocimiento la llevaron a la
escuela de teatro de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh,
Pennsylvania, primero como profesora invitada y finalmente como vitalicia,
hasta 1999. Durante esos años dirigió también talleres de teatro en países tan
diversos como Rusia, Israel, Canadá, Dinamarca, España, Italia y Argentina.
A lo largo de su vida, Victoria fundó el eje de su forma de
ver la vida en la condición del ser humano insertado en un orden cósmico. “¿Qué
cosa tiene el ser humano si no es un aspecto del cosmos? Es muy fácil decir que
soy un microcosmos. Si eres un microcosmos descubres las leyes que hay en ti
del macrocosmos y entras al sitio que te corresponde”, contaría en una
entrevista de 2009, en el programa La Función de la Palabra con Marco Aurelio
Denegri.
Victoria Santa Cruz nos dejó el sábado 30 de agosto de 2014.
Había vuelto a su Lima natal para pasar sus últimos días rodeada de sus seres
queridos. Tenía 91 años. Su velorio en el Ministerio de Cultura fue el último
legado de una vida dedicada a llevar en alto el nombre del Perú.
A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento,
con Me Gritaron Negra.