domingo, 5 de mayo de 2013

Antonio Agri


Antonio Pablo Agri nació el 5 de mayo de 1932, en Rosario, Santa Fé y murió el 17 de octubre de 1998.

Violinista, compositor y director de orquesta, se destacó en la música clásica y de tango y está considerado como el máximo exponente entre los violinistas de tango de la generación del 50.

Estudió violín con Dermidio Guastavino y tras su debut en Córdoba, en 1947, dio sus primeros pasos artísticos en orquestas dedicadas a la música popular.

En Rosario tocó en el conjunto Los Provincianos, de Héctor Lincoln Garrot, y con las orquestas de José Sala, José Corna y Antonio Ríos.

Con este último, con Omar Murtagh y José Puerta formó, en los años 50, el conjunto Los Poetas del Tango, con quienes grabó para el sello Trío.

En noviembre de 1960 hizo presentaciones con el charanguista Jaime Torres y el bandoneonista Rodolfo Cholo Montironi.

En 1961 creó el Quinteto de Arcos de Antonio Agri, grupo con el que le otorgó sonoridades camarísticas a los tangos que interpretaba.

Su sociedad con el bandoneonista Omar Torres culminó en la codirección de la Orquesta Torres-Agri.

Las singulares virtudes exhibidas como instrumentista le permitieron integrar la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario hasta 1962, año en el que fue tentado por Ástor Piazzolla para sumarse al Quinteto Nuevo Tango que integraban, Jaime Gosis, Oscar López Ruiz y Quicho Díaz y Elvino Vardaro el grupo que sacudiría los cimientos del movimiento tanguero.


El Conjunto 9 toca en Roma, 1972 De izquierda a derecha: Tarantino, Piazzolla, Agri, Díaz, Baralis, Panik, Bragato y Corríale.
Agri se sumó al grupo en reemplazo de Vardaro y tocó junto a Piazzolla durante 15 años de fructífera labor artística en escenarios de América y Europa.

Se distinguió rápidamente de su antecesor en el conjunto de Piazzolla y éste le permitió un lucimiento que dejó ver la fina sensibilidad de un artista que, aún cuando mantenía los pies firmemente asentados en las bases del tango, lograba darle un singular vuelo a su interpretación.

Antonio Agri en junio de 1973, cuando integraba el quinteto de Piazzolla; con él Miguel Ángel Manzi, Hugo Balzo, Agri y Osvaldo Tarantino.
En 1974 Agri ingresó a la Orquesta Sinfónica del Teatro Colón de Buenos Aires y en 1976 formó el Conjunto de Arcos Antonio Agri para interpretar un repertorio de composiciones que contaron con el aporte de célebres arregladores como Aquiles Roggero, Rodolfo Mederos y Martín Darré.

Luego creó la Camerata Antonio Agri, con la que difundió el repertorio compuesto por Piazzolla.

Fue convocado con frecuencia por las grandes orquestas argentinas como las de Aníbal Troilo, Osvaldo Fresedo, Mariano Mores y Horacio Salgán, entre otras, a las que aportó el sonido inconfundible de su violín en las grabaciones de los célebres maestros del tango.

Durante su estancia en París, Francia, integró el Mosalini-Agri Tango Quinteto, con Juan José Mosalini en bandoneón, Osvaldo Caló en piano, Leonardo Sánchez en guitarra y Roberto Tormo en contrabajo.
Grabó con la Orquesta Filarmónica de Londres y con el violoncellista chino Yo Yo Ma, en el notable disco Soul of tango o alma de tango con el que obtuvo el Premio Grammy.

Se presentó junto al guitarrista Paco de Lucía y en Italia registró una grabación ejecutando el violín Stradivarius, propiedad del violnista y director orquestal Salvatore Accardo.



En los años 90 integró el Nuevo Quinteto Real y realizó grabaciones junto al eximio bandoneonista Leopoldo Federico.

En su extensa y fructífera carrera Antonio Agri  fue distinguido con el Premio Konex en los años 1985, 1995 y 2005, post mortem, y luego de una presentación que ofreció junto a su Conjunto de Arcos en el Teatro Mateo Booz, fue nombrado Ciudadano Ilustre de Rosario en 1986. 



Si bien no fue un compositor, Antonio Agri, en los últimos años de su vida escribió, inesperadamente aun para él, un concierto para dos violines y orquesta. 

La obra se llamó Sin pretensión de nada y fue grabada por una orquesta de sesenta músicos dirigida por Pedro Ignacio Calderón. 

En una nota publicada por el diario La Nación, el 2 de febrero de 1998, dijo:

 “Son tres momentos de música ciudadana. Porque yo no soy compositor. Han surgido de pronto de mi cabeza..(…) Mi hijo Pablo me dice un día: papá tenés que escribir un concierto de tango para violín y orquesta. Yo le contesto: no soy compositor. Pablo insiste. Y de golpe me aparecen melodías. Me levanto a las 3, 4 de la mañana y anoto. Así fue saliendo todo esto. Cuando pude escucharlas armonizadas en un procesador, no lo podía creer. Sonaba algo hermoso. Y me dije: ¡Bendito sea Dios que me dio esto en el ocaso de mi vida!”.


A continuación tres momentos en la carrera de Antonio Agri