martes, 28 de mayo de 2013

Fidelio


Fidelio o El Amor Conyugal, cuyo título original en alemán es, Fidelio oder die eheliche Liebe, Op. 72 es una ópera en dos actos, emparentada con el singspiel, con música de Ludwig van Beethoven y libreto de Joseph F. Sonnleithner, tomado de Jean-Nicolas Bouilly que se había usado para la ópera en francés Léonore, ou L’amour conjugal de Pierre Gaveaux de 1798, y para la ópera Leonora de Ferdinando Paer de 1804 de la que Beethoven tenía una partitura.

Como en otras muchas obras de la carrera de Beethoven, Fidelio pasó por tres versiones antes de lograr un éxito pleno. 

La ópera se presentó por primera vez en el Theater an der Wien de Viena el 20 de noviembre de 1805 y en 1814 Beethoven la revisó por última vez, con la colaboración adicional en el libreto de Georg Friedrich Treitschke y representada en el Kärtnertortheater el 23 de mayo de 1814, con el título de Fidelio y la obra se desarrolla en una prisión cerca de Sevilla a finales del siglo XVIII.

El joven Franz Schubert de 17 años, había vendido sus libros escolares para obtener una entrada y se encontraba entre el público.


Beethoven, aquejado ya de sordera, dirigió a la orquesta, "ayudado" por Michael Umlauf, quien más tarde estrenó la Novena Sinfonía junto al Maestro, y el papel de Pizarro fue asumido por Johann Michael Vogl, quien más tarde pasó a ser conocido por sus colaboraciones con Schubert.

Esta versión de la ópera fue, finalmente, un gran éxito para Beethoven, y Fidelio ha tenido un papel importante en el repertorio operístico desde entonces.

Es la única ópera que compuso Beethoven y cuenta cómo Leonora, disfrazada como un guardia de la prisión llamado "Fidelio", rescata a su marido Florestán de la condena a muerte por razones políticas.


Beethoven se enfrentó a muchas dificultades para escribir y producir una ópera.

En una carta escribió: "Te aseguro, querido Treitschke, que esta ópera me conseguirá la corona del martirio. Gracias a tu cooperación he salvado lo mejor de este naufragio. Por todo esto, te estaré eternamente agradecido."

Con Ludwig van Beethoven comienza la desaparición del clasicismo y el principio del romanticismo. 

Su obra, en líneas generales, muestra la lucha interior del compositor: la pasión, la dinámica, el contraste... elementos que de por sí no son nuevos, pero que en las manos de Beethoven se convertirán en pautas para el nuevo estilo musical.

Fidelio corresponde a la segunda etapa creadora, siendo una de sus obras más representativas, en donde presentó especial interés en retratar y enfatizar el heroísmo.


Beethoven propuso una historia de sacrificio personal, heroismo y con el tiempo, el triunfo, con su lucha subyacente por la libertad y la justicia como espejo de los movimientos políticos contemporáneos en Europa.

Las partes principales de Leonore y Florestan, en particular, requieren gran capacidad vocal y resistencia para proyectar la intensidad necesaria, y también de intérpretes de primer nivel.

Algunos momentos destacados de la ópera incluyen el "Coro de prisioneros", una oda a la libertad cantada por un coro de prisioneros políticos, la visión de Florestan de Leonore que aparece como un ángel para salvarlo, y la escena en la que el rescate al final tiene lugar y que celebra la valentía de Leonore con contribuciones alternándose de solistas y coro.


Resultó muy trabajoso para Beethoven producir una obertura apropiada para Fidelio, ya que compuso 4 versiones y finalmente, para la presentación de 1814, Beethoven comenzó de nuevo, y con material musical fresco escribió la que hoy es conocida como la Obertura de Fidelio o Leonora Nº 4.

Como ésta parece funcionar mejor que las anteriores al principio de la ópera, la intención de Beethoven es generalmente respetada en la producciones contemporáneas.

Gustav Mahler inició la costumbre muy extendida hasta la mitad del siglo XX de interpretarla entre las escenas uno y dos del segundo acto y algunos directores mantienen esta práctica en la actualidad y actúa como una clase de refuerzo musical de la escena recién finalizada.


Fidelio fue la primera ópera completa interpretada en diciembre de 1944, por Arturo Toscanini y la Orquesta Sinfónica de la NBC, presentando a solistas del  Metropolitan Opera House de New York, dividida en dos transmisiones consecutivas, posteriormente editadas por RCA Victor.


Toscanini dejó claro que Beethoven creía en la libertad y se oponía a tiranos como Napoleón Bonaparte y que probablemente se habría opuesto también a Adolf Hitler y Benito Mussolini.


El director Wilhelm Furtwängler señaló en Salzburgo en 1948, después de la Segunda Guerra Mundial y la caída del nazismo:

"El amor conyugal de Leonora aparece, al individuo moderno armado con realismo y psicología, irremediablemente abstracto y teórico... Ahora que los acontecimientos políticos en Alemania han restaurado a los conceptos de dignidad humana y libertad su significado original, esta es la ópera que, gracias a la música de Beethoven, nos reconforta y da valor... Verdaderamente, Fidelio no es una ópera en el sentido en que estábamos habituados, ni Beethoven es un músico para el teatro, o un dramaturgo. Es un poco más, un músico completo, y más allá de eso, un santo y un visionario. Lo que nos perturba no es el efecto material, ni el hecho del "aprisionamiento"; cualquier película puede crear el mismo efecto. No, es la música, es el propio Beethoven. Es esta "nostalgia de libertad" que siente, o mejor dicho, nos hace sentir; esto es lo que nos conmueve hasta las lágrimas. Su Fidelio tiene más de Misa que de Ópera; los sentimientos que expresa proceden de la esfera de lo sagrado, y predican una "religión de humanidad" que nunca encontramos tan bella o necesaria como hoy, después de todo lo que hemos vivido. Aquí radica la fuerza singular de esta ópera única... Independiente de cualquier consideración histórica... el llameante mensaje de Fidelio nos afecta hondamente.
Nos percatamos de que para nosotros los europeos, como para el resto de los hombres, esta música siempre representará una llamada a nuestra consciencia.


A continuación la versión completa presentada en la Opernhaus Zurich con los solistas Camila Nylund como Leonora - Fidelio, Jonas Kaufmann como Florestan, Alfred Muff en el rol de Don Pizarro, Laszlo Polgar en el papel de Rocco, Elizabeth Rae Magnuson como Marzelline y Christoph Strehl como Jaquino, junto al Coro y la Orquesta de la Ópera de Zurich, bajo la batuta de Nikolaus Harnoncourt.