La Sonata para Violín y Piano Nº 10 en Sol Mayor Opus 96, es
la última que Beethoven escribió para esta combinación de instrumentos y se la
dedicó al Archiduque Rudolph de Austria.
Comenzó con la escritura a finales de 1811, pero no reanudó
la composición hasta noviembre de 1812, poco después de finalizar la Octava
Sinfonía.
A finales de 1812, llegó a Viena Pierre Rodé, célebre
violinista francés que Beethoven admiraba, y fue él quien junto al Archiduque
Rudolph de Austria, en piano, estrenaron la obra el 29 de diciembre de 1812.
A continuación, de Ludwig van Beethoven, la Sonata para Violín y Piano Nº 10 en
Sol Mayor Opus 96, en la interpretación de Anne-Sophie Mutter en violín y Lambert Orkis en piano.