El Fin de la Segunda Guerra Mundial
reúne tanto el cierre del Teatro Europeo en la Segunda Guerra
Mundial como la rendición alemana, que tuvieron lugar entre finales
de abril y principios de mayo de 1945, que termina con la rendición
alemana el 7 de mayo de 1945.
Tales palabras no hacían diferenciación entre las fuerzas de la Wehrmacht que luchaban contra los aliados occidentales o contra los soviéticos, por lo cual se infería tácitamente que ponía fin a toda resistencia alemana dondequiera que la hubiera.
Cuando los soviéticos se enteraron de la rendición firmada sólo ante británicos y estadounidenses en Reims, exigieron que el comando supremo de la Wehrmacht también capitulara ante el Ejército Rojo, alegando que una rendición “parcial” dejaba a las tropas alemanas en libertad para seguir luchando contra las fuerzas soviéticas.
El gobierno soviético apreciaba también el sentido histórico del momento y exigió que se “ratificara” la rendición de Reims ante el estado mayor del Ejército Rojo. Precisamente al día siguiente, poco antes de la medianoche, los máximos jefes de la Wehrmacht fueron llevados a Berlín, liderados por el general Wilhelm Keitel, donde en la noche del 8 de mayo firmaron un documento similar en el cuartel general soviético situado en la localidad de Karlshorst, un suburbio de Berlín, rindiéndose explícitamente ante la Unión Soviética, en presencia del general Gueorgui Zhúkov, comandante en jefe de las tropas soviéticas en Alemania.
A continuación, la película La Caída.