Hola, soy Leonardo Liberman.
Te invito a visitar mi Blog, en el que propongo temas de interés general.
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Foto de portada: Magdalena Viggiani.
A continuación, de Wolfgang Amadeus Mozart, la misa de
Réquiem en Re Menor K. 626, en la versión de Lisa Larsson, soprano; Wilke te
Brummelstroete, mezzo soprano; John Mark Ainsley, tenor; Burak Bilgili, barítono;
junto al Coro Académico y el Coro y la Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo,
dirigidos por Nathalie Stutzmann.
Alice Geraldine Farrar nació en Melrose, Massachusetts, Estados
Unidos, el 28 de febrero de 1882, y murió en Ridgefield, Connecticut, Estados
Unidos, el 11 de marzo de 1967. Soprano y actriz.
A los 5 años, comenzó a estudiar música en Boston, y a los
14 años ofrecía recitales. Más tarde tomó clases con Emma Thursday en Nueva York,
continuó perfeccionándose en París, y luego en Berlín con Francesco Graziani y Lilli
Lehmann.
En 1901 debutó con mucho éxito en la ópera de Berlín,
protagonizando el rol de Margarita, en la ópera Fausto de Charles Gounod. Permaneció
en la compañía durante 3 temporadas, en las que cantó entre otros, los papeles
principales de Mignon, de Ambroise Thomas, Manon, de Jules Massenet, y Julieta,
en Romeo y Julieta de Charles Gounod.
Posteriormente integró el elenco de la
ópera de Montecarlo, y en 1906 debutó en el Metropolitan Opera House de Nueva
York, con Romeo y Juliette. En 1907 protagonizó el estreno norteamericano de
Madame Butterfly junto al tenor Enrico Caruso, en presencia de Giacomo Puccini.
Hasta su retiro, en 1922, cantó 29 papeles en 672 actuaciones. Su última
actuación fue como Zazà de Ruggero Leoncavallo. Continuó haciendo grabaciones y
dando recitales durante la década de 1920, y fue comentarista de las
transmisiones de radio del Metropolitan Opera House durante la temporada 1934 –
1935.
Grabó extensamente para la Victor Talking Machine Company y
a menudo se la destacó en los anuncios de esa empresa. También apareció en
películas mudas, que fueron filmadas entre temporadas de ópera. Entre 1915 y
1920 protagonizó más de una docena de películas, incluida la adaptación de 1915 de Cecil B. De
Mille de la ópera Carmen de Georges Bizet, por la que recibió grandes elogios. En
1960, fue homenajeada en el Paseo de la Fama de Hollywood con 2 estrellas, en
las categorías de música y cine.
A continuación, recordamos a Geraldine Farrar, con el aria
Un bel dì vedremo, de la ópera Madama Butterfly, de Giacomo Puccini.
Charles Hubert Hastings Parry, nació en Bournemouth,
Hampshire, Reino Unido, 27 de febrero de 1848, y murió en Knight's Croft,
Rustington, Sussex, Reino Unido, el 7 de octubre de 1918. Compositor, profesor,
e historiador de la música.
Creció en Highnam Court, Gloucestershire, su padre fue un
artista aficionado, se educó en Eton, y en la Universidad de Exeter, en Oxford.
Posteriormente estudió en Stuttgart con Henry Hugo Pierson. De regreso en Londres,
con William Sterndale Bennett y con Edward Dannreuther. A partir de 1880
aparecieron sus primeros trabajos de importancia: un concierto para piano y una
adaptación para coro de escenas del Prometeo liberado, de Percy Bysshe Shelley,
y que fue señalado como el comienzo de un renacimiento en la música clásica
inglesa.
En 1887 compuso la obra que lo consagró como el compositor
coral inglés más importante de su tiempo: la oda Blest Pair of Sirens. Entre otras
obras de ese estilo se destacan: la Ode on Saint Cecilia's Day, los oratorios
Judith y Job, la adaptación del salmo De Profundis, y The Pied Piper of Hamelin.
En el campo orquestal de este período, se incluyen cuatro sinfonías, un
conjunto de Variaciones Sinfónicas en Mi Menor, la Overture to an Unwritten
Tragedy, y la Elegy for Brahms.
En 1884 se incorporó al Royal College of Music, y en 1894
fue designado director. En 1900 sucedió a John Stainer como profesor de música
en la Universidad de Oxford. Sus obras en ese tiempo incluyen una serie de 6
cantatas éticas, composiciones experimentales con las que esperaba reemplazar
las formas tradicionales del oratorio y la cantata, y no fueron bien acogidas
por el público. Edward Elgar admiraba algunas de sus partituras como The Vision
of Life, y The Soul's Ransom, obras que tuvieron varias representaciones
modernas. En 1908 renunció a su puesto en Oxford por razones de salud,
y se dedicó a la composición. De ese
tiempo son la Sinfonía Nº 5, conocida también como Symphonic Fantasia, la Ode
on the Nativity, ambas de 1912, Jerusalem de 1916, y Songs of Farewell,
compuestas entre 1916 y 1918.
Las obras de Johann Sebastian Bach y de Johannes Brahms, marcaron una influencia en la producción Charles Parry, y éste la ejerció en la
siguiente generación de compositores ingleses, como Edward Elgar y Ralph
Vaughan Williams. Además de su trabajo como compositor y docente, colaboró con
el poeta Robert Bridges y fue responsable de muchos libros sobre música,
incluyendo The Evolution of the Art of Music de 1896, del tercer volumen de la
Oxford History of Music de 1907, y de un estudio sobre Johann Sebastian Bach de
1909.
A continuación, recordamos a Charles Hubert Parry, con la Sinfonía Nº
3 en Do Mayor, en la versión de la Orquesta Filarmónica de Londres, dirigida
porMatthias Bamert.
Carolyn Emma Kirkby, nació Camberley, Reino Unido, el 26 de
febrero de 1949. Soprano.
En principio, no tenía expectativas de convertirse en
cantante profesional, lo hacía por el gusto de formar parte en coros y pequeños
grupos, y se sentía más cómoda con el repertorio del renacimiento y el barroco.
En 1971 se unió al Coro Taverner, y en 1973 empezó su larga
vinculación con el Consort of Musicke, con el que realizó las primeras
grabaciones, como así también con la Academy of Ancient Music, en un tiempo en
el que la mayor parte de las sopranos no encontraban el sonido adecuado para
cantar con instrumentos antiguos. Desarrolló su propia técnica con la ayuda de
Jessica Cash en Londres, así como de los directores, cantantes e
instrumentistas con los que trabajó a lo largo de los años.
Realizó más de 100 grabaciones con cantatas, madrigales,
oratorios, arias, motetes y canciones, de compositores de distintos períodos
como Georg Friedrich de Händel, Johann Sebastian Bach, Henry Purcell, Wolfgang Amadeus Mozart,
Antonio Vivaldi, Thomas Campion, Amy Beach, Domenico Scarlatti, Claudio Monteverdi, entre otros, y
se relacionó con diversos grupos de cámara y orquestas de música antigua, en
particular con la London Baroque, la Orquesta Barroca de Friburgo, L’Orfeo de
Linz y la Orquesta del Siglo de las Luces, así como el Palladian Ensemble y
Florilegium.
En 1997 recibió el Premio Händel, en 1999 fue elegida como
Artista del Año por los oyentes de la cadena de radio clásica Classic FM Radio,
en noviembre de 2000 recibió la Orden del Imperio Británico, y en 2010 la
medalla de la reina para la música.
A continuación, celebramos el cumpleaños de Emma Kirkby, con
su interpretación del motete Nulla In Mundo Pax Sincera RV 630, de Antonio
Vivaldi, junto a la Academy of Ancient Music, dirigida por Christopher Hogwood.
Avraam Ilich Ostrovski, más conocido como Arkadi Ostrovski,
nació en Syzran, Rusia, el 25 de febrero de 1914, y murió en Sochi, Rusia, el 18
de septiembre de 1967. Compositor.
A partir de 1927, vivió en Leningrado. Entre 1940 y 1947 trabajó
en la Orquesta de Jazz de Leonid Utiósov y compuso sus primeras canciones. Es
el autor de la canción Que siempre haya sol, con letra de Lev Oshanin, fue una
de las más importantes de su producción. La canción de cuna Good Night, Little
Ones, se utilizó en un programa de televisión infantil, que salió al aire por
más de 50 años, y la vocalización Estoy muy contento, por fin regreso a casa, también
conocida como Trololololololololololo tiene múltiples versiones.
A continuación, recordamos a Arkadi Ostrovski, con la
canción ¡Que siempre haya sol!, interpretada por el Coro de Niños de Rusia, junto a la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky, bajo la dirección de Valery Gergiev.
Observando a Renoir pintando ante el mar, alguien comentó
que había unas mujeres desnudas bañándose en otro sitio mientras él miraba algo
indefinible y cambiaba solamente un rinconcito en su tela. Para André Malraux
“El azul del mar se había convertido en el arroyo de Las Lavanderas... Su
visión, era no tanto una manera de mirar el mar como la secreta elaboración de
un mundo al cual pertenecía esa profundidad de azul que él tomaba de la
inmensidad”. Esta anécdota, relatada en el libro La Creación Estética, incluye
a la creación musical y podría aplicarse a la música como fuente inspiradora de
nuevas creaciones. Cabría distinguir entonces una obra como originaria de otra
que recurre a temas ya existentes modificándolos o reordenándolos. Ello, desde
tiempos inmemoriales se anuncia o descubre en la música llamada clásica con la
adopción de temas populares a veces anónimos. Pero también los compositores
recurrieron –y recurren- a otros colegas de esa imprecisa denominación. Valgan,
para aclarar este concepto y entre muchos otros, algunos ejemplos que fueron
motivados por los requerimientos del ballet de la compañía de Sergei Diáguilev.
El primero, un reordenamiento de partes de obras distintas
de uno o varios compositores sin mayores modificaciones. El más conocido es el
ballet Las Silfides, estrenado en 1904, que reúne distintos pasajes de la obra
para piano de Federico Chopin orquestados por varios compositores rusos. Esta
orquestación poco se apartó de las partituras originales y, por otra parte, no
se dotó al ballet de una línea argumental más allá de la clara referencia a las
míticas sylphides del bosque a cargo de las bailarinas junto a un joven
señalado como poeta. Con tal antecedente y con aproximada justicia, la música
se atribuye directamente a Chopin. Cabe prevenir que no debe confundirse este
ballet con el llamado La Silfide, estrenado mucho tiempo antes (1832), con
música del noruego Herman Lovenskjold. Tampoco con un antecedente inmediato que
se llamó Chopiniana (1892), con orquestación de Alexander Glazunov sobre temas
de Federico Chopin que posteriormente fueron incluidos con distinta
orquestación en Las Sílfides.
En 1917, la misma compañía encaró de manera similar la
realización de un ballet basado en las sonatas para clavicordio de Doménico
Scarlatti (na. Nápoles, 1685), encargando la misión al compositor italiano
Vincenzo Tommasini (na. Roma, 1878) quien orquestó diversas piezas reuniéndolas
bajo el título Las Damas del buen humor. La orquestación agrega sus
particularidades propias a la partitura original y las secuencias están unidas
por un argumento algo más amplio determinado por el título. En estos casos es
frecuente que los programas o las carátulas de las grabaciones atribuyan la
autoría a Tommasini-Scarlatti o viceversa.
En 1919 Sergei Diaghilev volvió con su exitosa idea, esta
vez concibiendo un ballet en un acto basado en el personaje de la commedia
dell'arte napolitana: Pulcinella o Polichinela, jorobado, barrigón y de enorme
nariz ganchuda, buen cantory orador. En
el argumento hay tres parejas: Florindo-Prudenza, Cloviello-Rosetta y
Pulcinella-Pimpinella. Luego de algunos enredos, las parejas se casan y tal el
final feliz. El libreto y la coreografía fueron obra de Leonide Massine, la
escenografía y vestuario de Pablo Picasso y se estrenó en París en 1920 bajo la
dirección musical de Ernest Ansermet.
Ahora bien, la música se encargó a Igor
Stravinsky quien debía recurrir a temas de Giovanni Battista Draghi (na en
Jesi, Ancona, 1710), llamado Pergolesi, en alusión a su familia que provenía de
Pergola, pueblo medieval de Pesaro. Más allá de su escaso gusto por la música
de Pergolesi, quien era conocido por su Stabat Mater y su corta ópera bufa La
Serva Padrona, Stravinsky revolvió archivos encontrando un amplísimo material
de obras que por entonces se atribuían al compositor jesino y realmente lo
sedujeron. Gran parte de ellas resultaron sacadas del olvido para buenaventura
del arte musical y eran realmente de Pergolesi: las óperas también bufas Il
Flaminio y Lo Frate’nnamorato y otros temas no menores. La investigación
histórica posterior demostró que algunas obras incluidas en Pulchinella se
debían en realidad al compositor Domenico Gallo (na Venezia, 1730), tratándose
de distintos movimientos de los doce Tríos Sonatas.
También se demostró que
otras secuencias eran originarias de compositores de distintas épocas: Wilhelm
van Wassenaer (na. Delden, Holanda, 1692), Fortunato Chelleri (Na. Parma,
1690), Alessandro Parisotti (na. Roma, 1853) y Carlo Ignazio Monza (na. Milán,
1735). Más allá de las autorías, lo cierto es que tanto las piezas originales,
con la frescura de la época, como las resultantes de la intervención de
Stravinsky suenan hoy magníficas y pueden escucharse en salas de concierto y en
muchísimas grabaciones. De la mano de la coreografía y los cantos seleccionados
con sus textos de origen, surge una línea argumental plasmando la idea rectora
de la commedia. Resultó así una creación unitaria y distinta de sus
antecedentes que sigue siendo reconocida y significó el ingreso del compositor
ruso a una etapa neoclásica alejada del fervor rupturista de La Consagración de
la Primavera. Redescubriendo ciertos rincones de la inmensidad de la música
italiana fue elaborado el pequeño mundo de una nueva obra de arte también
imperecedera.
Frederick Steiner, más conocido
como Fred Steiner, nació en Nueva York, Estados Unidos, 24 de febrero de 1923, y
murió en Ajijic, Jalisco, México, 23 de junio de 2011. Compositor, director de
orquesta, orquestador, arreglador, e historiador de cine.
Comenzó a tocar el piano a los 6
años, a los 13 amplió sus conocimientos de música, y estudió violonchelo. Fue
considerado un niño prodigio y, desde niño tuvo el deseo de hacer el mismo
trabajo que su padre: componer partituras para películas y radio.
Se graduó en la Townsend Harris
High School, recibió una beca para el Conservatorio de Música Oberlin, donde
estudió con Normand Lockwood, y en 1943, recibió su título en composición
musical. En esos años, su padre le presentó al director de orquesta y
arreglador, Nathan Lang Van Cleave, quien fue una referencia para su carrera de
músico. Posteriormente comenzó a escribir y organizar partituras para
transmisiones de radio, también compuso para varios cortos de propaganda,
hechos para vender bonos y recaudar fondos para la guerra.
En 1945 fue
nombrado el primer director musical del radioteatro This is Your FBI, para el
que compuso y arregló 47 episodios. Otros programas fueron: El espectáculo de
Borden en 1945, Viajero de Arkansas en 1946, y Las aventuras de Philip Marlowe
en 1947, entre muchos otros.
En 1947, con el auge de la televisión,
se mudó a Los Ángeles, donde compuso música para varias series. Entre 1957 y
1966, uno de sus trabajos más conocidos fue Park Avenue Beat, el tema para la
serie de televisión Perry Mason, al que siguieron títulos como: El Show de Andy
Griffith, Beany y Cecil, Bonanza, Daniel Boone, Daniel el travieso, La isla de
Gilligan, Hawaii Five-O, Mannix, Perdidos en el espacio, Peyton Place, Las
calles de San Francisco, Mujer Policía, The Twilight Zone, y muchos capítulos
de Star Trek.
También escribió partituras para cine y colaboró con otros compositores.
Se pueden mencionar: Run for
the Sun, y Man from Del Rio de 1956, Hercules and the Princess of Troy de 1965,
First to Fight de 1967, entre otras. En 1985 fue nominado al Premio
Oscar de la Academia de Hollywood como "Mejor Música, Partitura
Original" por The Color Purple, en colaboración con Quincy Jones, Jeremy
Lubbock, Rod Temperton, Caiphus Semenya, Andraé Crouch, Chris Boardman, Jorge
Calandrelli, Joel Rosenbaum, Jack Hayes, Jerry Hey, y Randy Kerber.
En 1981 recibió un doctorado en
musicología de la Universidad del Sur de California. Su disertación fue sobre
la carrera temprana del compositor de películas Alfred Newman. Antes de su
tesis, existía poco interés en el estudio académico de la música de cine.
Steiner se convirtió en uno de los primeros en unir la perspectiva de la
musicología y el cine.
A continuación, recordamos a Fred Steiner, con la música de 3
series: Bonanza, Perry Mason, y The Twilight Zone.
Woldemar Bargiel nació en Berlín, Alemania, el 3 de octubre
de 1828, y falleció en su ciudad, el 23 de febrero de 1897. Compositor.
Recibió sus primeras lecciones de su padre en el hogar
familiar, luego con el profesor de teoría musical Siegfried Wilhelm Dehn. A los
16 años ingresó al Conservatorio de Leipzig. Algunos de sus profesores fueron:
Ignaz Moscheles, Niels Gade, Julius Rietz, y Moritz Hauptmann.
En 1859 fue nombrado profesor del Conservatorio de Colonia
donde tuvo entre otros alumnos a Friedrich Wilhelm Francke y Ernest Douglas. Posteriormente
fue maestro de capilla más
tarde en Rotterdam. En 1874 se instaló en Berlín, donde fue profesor de la
Hochschule für Musik. Entre sus estudiantes estaban Paul Juon, Waldemar von
Baussnern, Alexander Ilyinsky y Leopold Godowsky.
Woldemar Bargiel era el medio hermano de Clara Wieck. A lo
largo de sus vidas, disfrutaron de una relación cálida. Las oportunidades
iniciales que lo llevaron al éxito y al reconocimiento que disfrutó, se
debieron a Clara, quien le presentó a su esposo Robert Schumann y a Félix
Mendelssohn.
La
mayor parte de su obra fue bien pensada y muestra una sólida artesanía musical.
La música de cámara representa una parte importante de su producción, como así
también las obras para piano. De su producción se destacan: las oberturas de
Medea y Prometeo, las piezas corales Noche de Primavera, el Salmo XXIII y
distintas sinfonías, tríos, sonatas y corales. Además de su trabajo como compositor y docente fue coeditor
con Johannes Brahms, de las ediciones
completas de las obras de Robert Schumann y Frederic Chopin.
A continuación, recordamos a Woldemar Bargiel, con el Adagio
para Violonchelo y Orquesta Op. 38, en la versión de Olsi Leka, junto a la
Orquesta Nacional de Bélgica, dirigida por Davaid Reiland.
A continuación,
de Wolfgang Amadeus Mozart, la misa de Réquiem en Re Menor K. 626, en la
versión de Marie Lys, soprano; Lisa Lüthi, contralto; Remy Burnens, tenor;
Alexandre Beuchat, barítono; junto al Coro Juvenil Suizo, y la Orquesta
Sinfónica Juvenil de Suiza Central, dirigida por Nicolas Fink.
Benno Moiseiwitsch, nació en Odesa, Ucrania, el 22 de
febrero de 1890, y murió en Londres, Reino Unido, el 9 de abril de 1963. Pianista.
A los 7 años comenzó sus estudios en la Academia de Música
de Odesa, a los 9 años ganó el Premio
Antón Rubinstein, y posteriormente estudió con Theodor Leschetizky en Viena. En
1909 hizo su primera aparición en Londres, y en 1919 debutó en Estados Unidos. Después
se estableció en Gran Bretaña, y en 1937 adquirió la nacionalidad británica. En
1946 recibió la distinción de Comandante del Imperio Británico, por sus
constantes contribuciones durante la Segunda Guerra Mundial, ofreciendo cientos
de recitales a soldados y realizando obras benéficas.
Benno Moiseiwitsch fue particularmente conocido por sus interpretaciones del
repertorio romántico tardío, especialmente las obras de Serguéi Rajmáninov,
quien admiraba su manera de tocar, y se refería a él como su heredero
espiritual. Se destacó en el piano por su elegancia, poesía, fraseo
lírico, brillantez y virtuosismo. Realizó grabaciones para diversos sellos discográficos.
Comenzó con discos a 78 rpm, y continuó con el LP cuando se transformó en el
nuevo medio. Muchos de sus registros se convirtieron en referencia.
La crítica especializada realizó comentarios elogiosos de
sus interpretaciones y sus grabaciones. En 1950, el crítico y musicólogo Irving
Kolodin dijo acerca de la interpretación de la Balada Nº 4 en Fa Menor Op. 52, de Frederic Chopin:
"Un toque muy ligero en la primera sección de esta obra, un sentimiento
acertado por su cualidad narrativa de «Érase una vez» concede a Moiseiwitsch
preeminencia entre los intérpretes de la actualidad...",
Benno Moiseiwitsch, además de presentarse como solista en
piano, o como concertista, trabajó meticulosa y amigablemente como músico de
cámara. Un ejemplo es el Trío Elegíaco Nº 1 en Sol Menor, y la Sonata para
Violonchelo en Sol Menor Op. 19, de Serguéi Rachmáninov. El crítico estadounidense Harold Schonberg alabó la formidable técnica y la manera libre
de abordar la música interpretada por Benno Moiseiwitsch, añadiendo que tal
libertad estaba “siempre atemperada por una musicalidad impecable”.
A continuación, recordamos a Benno Moiseiwitsch, con su
interpretación de la Balada Nº 1 en Sol Menor Op. 23, de Frederic Chopin.
Odón Alonso Ordás nació en La Bañeza, León, España, el 28 de
febrero de 1925, y falleció en Madrid, España, el 21 de febrero de 2011. Músico,
compositor y director de orquesta español.
El sitio www.dbe.rah.es, publicó esta biografía firmada por Laura Prieto Guijarro.
Alonso Ordás, Odón. La Bañeza (León), 28.I.1925 – Madrid,
21.II.2011. Director de coro y orquesta.
Odón Alonso se introduce en la música de la mano de su
padre, director de coro y orquesta, en su ciudad natal, aunque cursaría sus
estudios musicales en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid,
obteniendo el Premio Fin de Carrera y el Premio Extraordinario de Piano y Música
de Cámara. Completa su formación en Siena, Salzburgo y Viena.
Sus comienzos en la música son como concertista de piano,
pero ya en 1950 se hace cargo de la dirección del Coro de Cámara de Radio
Nacional de España y, en 1952, de la orquesta de la misma entidad, donde
permanece hasta 1956. Tres años antes fue nombrado titular de la Orquesta
Solistas de Madrid, especializada en música barroca. En la temporada 1956/1957
fue director musical del Teatro de la Zarzuela, coincidiendo con su reapertura
oficial.
En 1960 pasa a dirigir la Orquesta Filarmónica de Madrid,
donde estrena numerosas obras, desde Monteverdi o Pergolessi hasta Stravinsky,
Prokofiev, Schoenberg o Messiaen. Desde 1968 hasta 1984 dirige la Orquesta
Sinfónica de Radio Televisión Española (RTVE), con la que programa
habitualmente obras del repertorio contemporáneo. Entre 1986 y 1992 es titular
de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, así como del Festival Casals de este
país, cargo que alterna con la titularidad de la Orquesta Clásica de Madrid desde
1989. Su actividad como impulsor de la vida musical tiene continuidad con la
creación del Otoño Musical Soriano en 1993, promoviendo cada año el estreno de
obras españolas contemporáneas, generalmente vinculadas a temas sorianos. Dos
años después es nombrado director de la Orquesta Ciudad de Málaga, cargo que ha
simultaneado con su participación al frente de otras orquestas, tanto
internacionales como nacionales, entre ellas, la Orquesta Nacional de España.
Tiene en su haber numerosas condecoraciones, como la Orden
de Cisneros (1964), la designación como Mejor Director Español de la revista
Records World (1976), la Encomienda de número de Isabel la Católica (1989), la
Medalla al Mérito Artístico y Cultural de la Universidad Complutense de Madrid
(1995), el Premio Larios (1998) o el Premio de Interpretación Musical de la
Fundación CEOE (1999), siendo, además, Oficial de la Orden de las Artes y de
las Letras otorgado por el gobierno francés e hijo adoptivo de Puerto Rico.
Está en posesión de la Medalla de Oro de UNICEF.
Ha recibido varios homenajes a lo largo de su carrera, los
últimos en 2004 organizados por la Sociedad General de Autores y Editores
(SGAE), que le otorgó su Medalla de Honor, y en 2005 dentro del Otoño Musical
Soriano. Es, por otra parte, titular de la cátedra de Ópera y Oratorio de la
Escuela Superior de Canto de Madrid.
Dentro de su destacado papel en pro de la difusión de
nuestra música, Odón Alonso ha estrenado numerosas obras de autores españoles,
entre ellos, Ángel Arteaga, Claudio Prieto, Ernesto Halffter, Rodolfo Halffter,
Oscar Esplá, Fernando Remacha, Manuel Angulo, Gabriel Fernández Álvez, Joaquín
Rodrigo, Xavier Montsalvatge, Manuel Castillo, Carmelo Bernaola, Tomás Marco,
Conrado del Campo, Federico Moreno Torroba o Manuel de Falla.
Falleció la madrugada del lunes 21 de febrero de 2011 en una
clínica madrileña, siendo enterrado en Soria, por expreso deseo.
A continuación, recordamos a Odón Alonso Ordás, con su
interpretación del Concierto Serenata para Arpa y Orquesta, de Joaquín Rodrigo,
en la versión de Nicanor Zabaleta, junto a la Orquesta de la Radio y Televisión de España. Grabación histórica
realizada en el Teatro Real de Madrid.
Mary Garden nació en Aberdeen, Escocia, Reino Unido, el 20
de febrero de 1874, y murió en Inverurie, Escocia, Reino Unido, el 3 de enero
de 1967. Soprano.
Cuando tenía 9 años, su familia emigró a los Estados Unidos,
y se instaló en Chicago. Pronto mostró sus aptitudes como promesa del canto,
comenzó a estudiar en Chicago, posteriormente se trasladó a París para
continuar su formación. En abril de 1900 debutó con el papel principal de la
ópera Louise, de Gustave Charpentier en la Opéra-Comique. Dos años después,
Claude Debussy la seleccionó para hacerse cargo del papel protagonista en el
estreno de Pelléas et Mélisande. También obtuvo un éxito sensacional en el
papel protagonista de Salomé de Richard Strauss, cantada en versión francesa. Las
interpretaciones de Garden fueron aclamadas por la crítica.
En 1907 debutó en Estados Unidos, en el Manhattan Opera
House, donde cantó el rol protagónico de la ópera Thaïs, de Jules Massenet. Entre
1910 y 1931 actuó habitualmente en la Civic Opera de Chicago. Ese año se retiró
de los escenarios operísticos, pero se mantuvo activa ofreciendo recitales, e
impartiendo clases magistrales durante 20 años.
Entre 1903 y 1929 realizó varias grabaciones, las que continúan
siendo reeditadas, en especial las que hizo acompañada al piano por Claude
Debussy, y son un documento de interés histórico para los amantes de la ópera.
A continuación, recordamos a Mary Garden, con el aria Depuis
le jour, de la ópera Louise, de Gustave Charpentier, en una grabación de 1926.
Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, más conocido como Benny
Moré, nació en Santa Isabel de las Lajas, Cuba, el 24 de agosto de 1919, y
murió en La Habana, Cuba, el 19 de febrero de 1963. Cantante y compositor.
Aprendió a tocar la guitarra en su infancia. Según el
testimonio de su madre, a los 6 años se fabricó su primer instrumento, con una
tabla y un carrete de hilo. Abandonó la escuela a edad muy temprana para
dedicarse a las labores del campo. A los 16 años, formó su primer conjunto
musical.
En 1940 se instaló en La Habana, su situación era precaria,
tocaba en bares y cafés y pasaba el sombrero. Su primer éxito lo obtuvo al
ganar un concurso en la radio. A principios de la década de 1940, la emisora CMQ
tenía un programa llamado Corte Suprema del Arte, cuyos ganadores eran
contratados para cantar sus canciones y se les daba la posibilidad de grabar.
Los perdedores eran interrumpidos, con el sonido de una campana, sin dejarles
terminar su actuación. En su primera aparición, la campana sonó apenas había empezado a cantar.
Volvió a competir y obtuvo el primer
premio. Así consiguió su primer trabajo estable con el Conjunto Cauto,
liderado por Mozo Borgellá. También cantó con éxito en la emisora CMZ con el
Sexteto Fígaro de Lázaro Cordero. En 1944 debutó en la emisora 1010 con el
Cuarteto Cauto.
Siro Rodríguez, del famoso Trío Matamoros, lo escuchó cantar
en el bar El Templete y quedó gratamente impresionado. Poco después, a causa de
una indisposición de Miguel Matamoros poco antes de una actuación, Benny Moré lo
sustituyó, permaneció con el grupo durante varios años, y realizó numerosas
grabaciones.
En junio de 1945 viajó con el Conjunto Matamoros a México,
donde se presentaron los 2 cabarets más famosos de la época: el Montparnasse y
el Río Rosa. Después de un tiempo el Conjunto Matamoros regresó a Cuba, y Benny
Moré permaneció en México. Formó parte del Dueto Fantasma, y grabó para el
sello RCA Víctor los temas Me voy pal pueblo y Desdichado, junto a la orquesta
de Mariano Mercerón.
Con Dámaso Pérez Prado grabó Babarabatiri, Guanabacoa, Locas
por el mambo, Viejo cañengo, El suave, Que cinturita, María Cristina, Pachito
eche, y Dolor carabalí, que el propio Benny Moré consideró su mejor grabación
con el rey del mambo, y no quiso volver a grabar ese tema.
En abril de 1952 regresó a Cuba. Aunque era una estrella en
varios países latinoamericanos, como México, Venezuela, Panamá, Colombia,
Brasil y Puerto Rico, apenas era conocido en su país. Su primera grabación de Bonito
y sabroso fue un éxito. Se presentó regularmente en la emisora Cadena Oriental,
y grabó en los estudios de la RCA.
En la Habana trabajó también para la emisora RHC Cadena
Azul, con la orquesta de Bebo Valdés, quien lo inició en un nuevo estilo
llamado batanga. Posteriormente fue contratado por Radio Progreso para actuar
con la orquesta de Ernesto Duarte Brito, con cuya orquesta grabó el célebre
bolero Cómo fue. También actuó en salas de baile, cabarets y fiestas. En 1952
grabó con la Orquesta Aragón de Cienfuegos, a la que ayudó a introducirse en el
mundo musical habanero.
Benny Moré formó y dirigió La Banda Gigante, y comenzó a
presentarse en el programa Cascabeles Candado de la emisora CMQ. La banda
estaba compuesta por más de 40 músicos y sólo era comparable con la orquesta de
Xavier Cugat.
La Banda Gigante, contaba con una
organización melódica única en su tipo, y se hizo inmensamente popular. Entre
1956 y 1957 hizo una gira por Venezuela, Jamaica, Haití, Colombia, Panamá,
México y Estados Unidos, donde actuó en la ceremonia de entrega de los Oscar.
En La Habana se presentaron en las más célebres salas de baile, como La
Tropical y La Sierra.
Al triunfar la Revolución Cubana en 1959, Benny Moré optó
por permanecer en la isla. En 1960 empezó a actuar también en el cabaret Night
and Day. Dejó una gran producción y abarcó diversos ritmos como el son montuno,
mambo, guaracha, bolero, y rumba, entre otros.
A continuación, recordamos a Benny Moré, con uno de sus éxitos: Cómo fue.
Marguerite Geirnaert, más conocida como Rita Gorr, nació en Zelzate,
Bélgica, el 18 de febrero de 1926, y falleció en Denia, España, el 22 de enero
de 2012. Mezzosoprano.
Estudió en Gante y Bruselas. En 1946 ganó el primer premio
en la competencia vocal de Verviers, y poco después debutó profesionalmente en
Amberes, con el rol de Fricka, en la ópera La valquiria de Richard Wagner.
Entre 1949 y 1952 integró el elenco de la Ópera de Estrasburgo.
En 1952 ganó el
primer premio en la competencia de Lausana, y posteriormente debutó en el
Teatro Nacional de la Opéra-Comique y en la Ópera de París, incluyendo los
roles de Margarethe, en Los maestros cantores de Núremberg, y Venus, en
Tannhäuser, de Richard Wagner; Dalila, de Sansón y Dalila, de Camille
Saint-Saëns; Charlotte, de Werther, de Jules Massenet; Madre María, en
Dialogues des Carmélites, de Francis Poulenc; Carmen, de Georges Bizet;
Geneviève, en Pelléas et Mélisande, de Claude Debussy; y Amneris, en Aida, de
Giuseppe Verdi.
En 1958 debutó en
Bayreuth, en 1959 en el Royal Opera House, en 1960 en el Teatro Alla Scala de
Milán, en 1962 en el Metropolitan Opera House de Nueva York, como Amneris. Durante
4 temporadas interpretó diversos roles como Santuzza, en Cavalleria Rusticana,
de Pietro Mascagni; Eboli, en Don Carlos, y Azucena en Il trovatore, de
Giuseppe Verdi; y Dalila, de Sansón y Dalila, de Camille Saint-Saëns.
Rita Gorr fue una artista versátil, dueña de una voz de gran
amplitud y rica en tonalidades, con gran talento actoral, y desarrolló una
carrera muy larga. En 2007 interpretó su último rol: La Condesa, en La dama de
picas, de Piotr Ilich Tchaikovski, en Gante y Amberes.
A continuación, recordamos a Rita Gorr, con el aria Amour!
viens aider ma faiblesse!, de la ópera Sansón y Dalila, de Camille Saint-Saëns.
René Leibowitz nació en Varsovia, Polonia, el 17 de febrero
de 1913, y falleció en París, Francia, el 29 de agosto de 1972. Compositor,
director de orquesta, teórico y profesor.
Durante la Primera Guerra Mundial, la familia se instaló
Berlín, donde a los 10 años comenzó una carrera como violinista. Posteriormente
la familia se mudó a Francia. En París, a mediados de la década de 1920 se ganaba la vida
como pianista de jazz y componía constantemente. Poco después adoptó la
nacionalidad francesa. Durante los primeros años de la década de 1930, estudió composición y orquestación con Arnold Schoenberg, Anton Webern y Maurice Ravel.
En 1947 fundó el Festival Internacional de Música de Cámara,
donde muchos de los trabajos de la Segunda Escuela de Viena fueron escuchados
por vez primera en Francia. La actividad docente de Leibowitz influyo para
consolidar la reputación de esos compositores. También publicó su libro: Schoenberg et son école, con ediciones en Estados Unidos y el Reino Unido, que fue uno
de los primeros tratados teóricos sobre el método de composición de doce tonos
de Arnold Schoenberg, y uno de los primeros teóricos en promulgar el
término serialismo. En 1950 publicó uno de sus escritos más conocidos, titulado
L'artiste et sa conscience.
Entre sus alumnos se pueden mencionar a Pierre Boulez,
Jacques-Louis Monod, Serge Nigg, Vinko Globokar, Mikis Theodorakis, André
Casanova, Josep Soler i Sardà, Antoine Duhamel, Hans Werner Henze, Janet
Maguire, Pierre Henry, Keith Humble, Allan Pettersson, Hans Ulrich Engelmann, o
directores como Diego Masson y pianistas como Claude Helffer.
Como director de orquesta, participó en muchos proyectos de
grabación. Uno de los más difundidos y más importante fue un ciclo de las
sinfonías de Beethoven, en 1960, siguiendo las indicaciones metronómicas
originales de Ludwig van Beethoven.
Aunque sus ideas como compositor se mantuvieron dentro del
movimiento serialista, como director, tenía amplias simpatías con obras de compositores
tan diversos como Christoph Willibald von Gluck, Johannes Brahms, Jacques
Offenbach, Maurice Ravel, George Gershwin, Giacomo Puccini, Johann Strauss, y Arthur Sullivan, entre
otros.
A continuación, recordamos a René Leibowitz, con el primero
de los tres Caprichos para vibráfono, en la versión de Santy Villar Martín.
Las primeras veces que las palabras “virtuosismo” y “prodigio” se asociaron al famoso apellido fue por las ejecucionesexquisitas de obras musicales que hacía en Europa María Anna Mozart, Nannerl, la hermana mayor del genio, cuyas composiciones se perdieron y su carrera se truncó a la edad de casarse
16 de febrero de 2020
Leopold Mozart y sus hijos, Wolfgang y Nannerl, al piano; en la pared, el retrato de la madre. Óleo de Johann Nepomuk Della Croce, alrededor de 1780.
En la década de1760, durante una gira musical porMunich, Viena, París, Londres y La Haya, el nombre deMozartfue acompañado por las palabras“virtuosismo”, “prodigio”, “genio”.Ninguna sorpresa: la historia recuerda aWolfgang Amadeus Mozartcomo un extraordinario intérprete ycompositordemúsica.
Sin embargo, esos comentariosno hablaban de él, sino de su hermana: María Anna Mozart, apodadaNannerl. Otra intérprete y compositora que, a diferencia de Wolfgang,nadie recuerda ya.
“El niñito deSalzburgoy su hermana tocaron el clavicordio”, escribió en su diario, en 1762, el conde Karl von Zinzendorf, que los escuchó en Munich. “El pobrecito toca maravillosamente. Es un niño de carácter, vivaz, encantador.La interpretación de su hermana es magistral, y él la aplaudió”.
Un retrato de María Anna Mozart, Nannerl, atribuido a Pietro Antonio Lorenzoni, de 1763.
“Mi pequeña niña toca las obras más difíciles que tenemos con increíble precisión y gran excelencia", escribió, dos años más tarde,Leopold Mozart, el severo padre de los músicos, el hacedor de la carrera de su hijo, y posiblemente el quedeshizo la de su hijamujeral enviarla de regreso a la casa apenas tuvo edad de casarse. “Todo se resume así: mi pequeña niña, aunque sólo tiene 12 años, es una de lasintérpretes más capaces de Europa”.
La historia de Nannerl Mozart se incluye enThe Genius of Women(El genio de las mujeres), que a fin de febrero publicaráJanice Kaplan, autora de best sellers comoThe Gratitude Diaries (Los diarios de la gratitud). “Pasé los dos últimos años investigando amujeres genialespara mi nuevo libro. En ese proceso me encontré con algunas personas que no creían que tal categoría existiera. No me llevó mucho descubrir la respuesta: elgenio necesita ser nutrido y reconocido. En cada generación han existido mujeres músicas extraordinarias, pero su potencial se desperdició porque la gente no quiso ver su talento”, escribió enThe Lily.“Literalmente, existió una Wolfang Mozart femenina: Maria Anna.Podría haber sido su par si no hubieran dejado que su talento se echara a perder”.
Con su mezcla narrativa de memoria, historia e inspiración, Kaplan presenta mujeres comoHipatia, la primera filósofa y matemática asesinada por una turba cristiana en el siglo V en Alejandría; la pintora holandesaClara Peeters, del siglo XVII, cuyas obras sólo adquirieron valor luego de una muestra en 2016; la físicaLise Meitner, quien jugó un papel central en el descubrimiento de la fisión nuclear, por el cual se otorgó el premio Nobel de 1944, pero no a ella sino a su colaborador masculino. Kaplan también habló con neurocientíficos, psicólogos y numerosas mujeres geniales del presente para probar que,para que el talento se desarrolle, hay que reconocerlo, nutrirlo y celebrarlo.
Y, desde luego, cuenta la historia deNannerl Mozart.
Ella fue un granestímulo para su hermano, que se sentía más cómodo y comprendido con ella —habían inventado un idioma secreto para comunicarse y jugaban a que eran el rey y la reina de un lugar imaginario llamado Back— que conLeopold, el padre siempre exigente.Wolfgang nació en 1756, cuando Nannerl tenía cinco años,y comenzó a tocar música al lado de ella, hacia los tres años. A los cinco se presentaba ante la realeza, junto con ella. A los ocho escribió su primera sinfonía, seguida por 40 más y otras 600 piezas, sintetizó Kaplan.
“El talento precoz de Mozart fue cultivado de manera experta”, agregó. “Cuando Wolfgang era pequeño, su padre lo llevó de gira por Europa y lo presentó a compositores y músicos que lo aconsejaron y lo alentaron. Lo ayudaron a encontrar trabajos que permitieron que su creatividad floreciera”. Nannerl tocaba el clavicordio y compartió esas giras. “Algunas reseñas dicen que eramejor que su hermanito y que él la idolatrabay aprendía de ella. A los 12 años la calificaron como una de los mejores músicos de Europa. Pero eso no tuvo importancia. Una vez quellegó a la adolescencia, su padre consideró inadecuado que ella siguiera presentándosey la envió al hogar, para que se casara”.
El Mozart famoso: Wolfgang Amadeus, compositor e intérprete.
Sylvia Milo,música y dramaturga, escribió una obra,La otra Mozart,que se estrenó en 2015 en losEstados Unidos,tras visitar la casa de los músicos en Viena, por el aniversario 250 de Wolfgang, y encontrar un retrato en el que se veía a Leopold y sus dos hijos, sentados como iguales, delante de la imagen de su madre muerta. Explicó aClassic FMque nunca antes había escuchado que Wolfgang hubiera tenido una hermana, y ahí los vio juntos ante un teclado por primera vez.
Comenzó una investigación que la condujo a dos biografías en alemán sobre Nannerl y, sobre todo, un tesoro decartas de la familia, que le permitió reconstruir la influencia artística que la hermana mayor tuvo sobre el menor. En 1770 ella le envió una obra que había compuesto, y Wolfgang escribió: “¡Hermana querida! Estoyasombrado de que puedas componer tan bien; en una palabra, la canción que escribiste es tan hermosa". Pero, a diferencia de la obra de él, no sobrevivió.
Para indagar si realmente Nannerl había sido talentosa, dijo Milo aThe Huffington Post, buscó reseñas de las giras. “Imaginemos unaniña de 11 años que toca las sonatas y los conciertos más difíciles de los grandes compositores, en el clavicordio o el fortepiano, con precisión, con una levedad increíble, con un gusto impecable. Fue unafuente de maravillapara muchos”, encontró un texto específicamente sobre ella. Le resultó más difícil establecer si compuso más obras además de la canción que elogió su hermano. “Es muy probable. Sabemos que tuvo entrenamiento para componer, porquetenemos registros de sus ejercicios de composición”, dijo la autora de la pieza teatral. “Pero no era algo que se alentaba en una niña, porque no iba a ser una profesión para ella”.
La Mozart desconocida: una escena de "The Other Mozart", obra de teatro sobre Nannerl, de Sylvia Milo.
En1829, cuando la escritoraMary Novellole hizo una de las últimas visitas que Nannerl recibiría, encontró a unaanciana ciega, frágil y cansada, que apenas podía hablar. El ámbito en el que vivía,sola, lucía tanfrugalque pensó que era indigente. Poco tiempo después lahermana de Mozart murió, a los 78 años.
Había enviudado 28 años antes, y no se había vuelto a casar. Tenía un hijo y cuatro hijastros, y habíaenseñado música mientras había tenido fuerza.
La sombra que proyectaba la enorme figura de su hermano hacía que, cada tanto, alguien como Novello fuera a verla. Entonces les contaba sobre eltiempo feliz de la infancia, cuando habíantocado ante la emperatriz María Teresay había pasado tres años de gira, algo inimaginable para una niña, que le había permitido conocer lugares y tener experiencias que otras personas no lograrían en sus vidas enteras.
Los hermanos Wolfgang y Nannerl Mozart en la infancia, obra de Eusebius Johann Alphen sobre marfil.
“Hubiera sido natural que Wolfgang, el pequeño de siete años con su peluca y sus piernas cortas que apenas llegaban a los pedales, concentrara la atención, pero lostalentos de su hermana se destacaban”, explicóAll About History. “Como escribió su padre: ‘Nannerl ya no sufre por la comparación con el niño, porquetoca tan maravillosamente que todo el mundo habla de ellay admira su ejecución’”.
En 1764, cuando Leopold se enfermó, en Londres, los hijos debieron dejarlo descansar, y eso incluyó mucho silencio: no podían practicar con sus instrumentos.Wolfgang aprovechó la oportunidad para componer, y le pidió a su hermana que transcribiera lo que sería su primera sinfonía. “¡Recuérdame que ponga algo bueno para los vientos!”, lo citó ella años después en una carta.
“Es imposible saber si Nannerl simplemente escribió lo que su hermano le dijoo si colaboró y ofreció algunas ideas”, señalóAll About History. “La pieza, en definitiva,se ha atribuido a Wolfgang, y tiene importancia a la hora de reconocer sus dones y sus talentos a una edad tan temprana”.
Nannerl Mozart hacia 1785: el padre, Leopold, ya la había alejado de los escenarios y le había impedido casarse con el hombre que amaba. Ese año tendría a su primer hijo, de su matrimonio aprobado.
En 1769, cuando Nannerl cumplió 18 años, su vida musical terminó por decisión de su padre: que una niña tocara en giras estaba bien, pero que lo hiciera una mujer sería unescándalo capaz de arruinar la reputación de Wolfgang. No obstante, ellano se casó hasta los 33 años, una edad que entonces se consideraba excesiva para estar soltera. Se cree que la demora se debió a que supadre no aceptó al hombre del que ella estaba enamorada, Franz Armand d’Ippold. Por fin en 1784 celebró su matrimonio conJohann Baptist von Berchtold zu Sonnenburg.
Los hermanos se habían distanciado por entonces: tres años antesWolfgang se había mudado a Viena, dejándola sola a cargo de la casa familiar, una situación que se consolidó cuando en 1782 él se casó conConstanze, lo cual molestó a Leopold, que la desaprobaba. La presencia de Nannerl en la vida de su hermano se redujo a lascartas en las que le pedía que le enviara sus obras, que sobrevivieron en gran medida gracias a ella.
El matrimonio no liberó del todo a Nannerl de su padre. Aunque se había mudado aSankt Gilgen con Johann, viajó a Salzburgo para el nacimiento de su hijo, en 1785, yLeopold se quedó con el niño. Primero argumentó que parecía enfermo y el viaje podría ponerlo en peligro; no se entiende por qué, una vez que mejoró, siguió criándolo. Ella no discutía la voluntad del padre; acaso Leopold vio en en bebé, que había sido bautizado con su nombre, laoportunidad de volver a nutrir a un genio musical.
Tras la muerte de Wolfgang, Nannerl hizo a un lado sus diferencias con su cuñada, Constanze, para trabajar en una biografía y ordenar la obra de Mozart.
En 1787 Leopold murió yNannerl recuperó a su hijo; sin embargo, la relación con su hermano no se reavivó, al contrario: su correspondencia, que comenzó a limitarse a los arreglos de la herencia, se terminó en1788. Tres años más tarde, cuandoWolfgang murió por una enfermedad extraña, la hermana sintió remordimientos por esa distancia. Escribióapuntes sobre la vida de ély olvidó sus diferencias con su cuñada, Constanze, paratrabajar con ella en una biografía y ordenar la obra de Mozart.
En su libro, Kaplan asoció a Nannerl conFanny Mendelssohn, la hermana compositora de Félix Mendelssohn. Las obras de ella se publicaron, en el siglo XIX, bajo el nombre de él: “Félix explicó queél simplemente la protegía”, escribió la autora deThe Genius of Women. “Como sucede con frecuencia cuando los hombres ‘protegen’ a las mujeres,a él le resultó bastante beneficioso, también. Él se quedó con todo el crédito por la música de Fanny, y alguna era notablemente mejor que la de él”.
Fanny Mendelssohn, también compositora como su hermano, Félix Mendelssohn. (Wikipedia)
Fanny y Félix compartieron los tutores y los profesores de música, pero cuando ella cumplió14 añossus caminos se separaron: el padre,Abraham Mendelssohn, le explicó en una carta que si bien su hermano podía continuar con la esperanza de desarrollar una carrera en la música,ella debía realizar “la única vocación de una joven, ser ama de casa”.
Cerró Kaplan:“Nannerl Mozart y Fanny Mendelssohn debieron dar un paso al costado para que Wolfgang y Félix pudieran convertirse en los nombres que recordamos”.Hubo, al menos, una diferencia a favor de Fanny: ella solía invitar gente a que la escuchara interpretar sus lieder en su casa, y así, de a poco, fue forjando una rebeldía que la animó apublicar algunas de sus obras bajo su nombre. Tuvo un reconocimiento enorme, aunque lo disfrutó brevemente: murió poco después. En cambio, “nunca sabremos cómo sonaban las composiciones de Nannerl, porque se han perdido”, lamentóElizabeth Rusch, autora deFor the Love of Music: The Remarkable Story of Maria Anna Mozart(Por amor a la música: la notable historia de María Anna Mozart), en la publicaciónSmithsonian.