Benno Moiseiwitsch, nació en Odesa, Ucrania, el 22 de
febrero de 1890, y murió en Londres, Reino Unido, el 9 de abril de 1963. Pianista.
A los 7 años comenzó sus estudios en la Academia de Música
de Odesa, a los 9 años ganó el Premio
Antón Rubinstein, y posteriormente estudió con Theodor Leschetizky en Viena. En
1909 hizo su primera aparición en Londres, y en 1919 debutó en Estados Unidos. Después
se estableció en Gran Bretaña, y en 1937 adquirió la nacionalidad británica. En
1946 recibió la distinción de Comandante del Imperio Británico, por sus
constantes contribuciones durante la Segunda Guerra Mundial, ofreciendo cientos
de recitales a soldados y realizando obras benéficas.
Benno Moiseiwitsch fue particularmente conocido por sus interpretaciones del
repertorio romántico tardío, especialmente las obras de Serguéi Rajmáninov,
quien admiraba su manera de tocar, y se refería a él como su heredero
espiritual. Se destacó en el piano por su elegancia, poesía, fraseo
lírico, brillantez y virtuosismo. Realizó grabaciones para diversos sellos discográficos.
Comenzó con discos a 78 rpm, y continuó con el LP cuando se transformó en el
nuevo medio. Muchos de sus registros se convirtieron en referencia.
La crítica especializada realizó comentarios elogiosos de
sus interpretaciones y sus grabaciones. En 1950, el crítico y musicólogo Irving
Kolodin dijo acerca de la interpretación de la Balada Nº 4 en Fa Menor Op. 52, de Frederic Chopin:
"Un toque muy ligero en la primera sección de esta obra, un sentimiento
acertado por su cualidad narrativa de «Érase una vez» concede a Moiseiwitsch
preeminencia entre los intérpretes de la actualidad...",
Benno Moiseiwitsch, además de presentarse como solista en
piano, o como concertista, trabajó meticulosa y amigablemente como músico de
cámara. Un ejemplo es el Trío Elegíaco Nº 1 en Sol Menor, y la Sonata para
Violonchelo en Sol Menor Op. 19, de Serguéi Rachmáninov. El crítico estadounidense Harold Schonberg alabó la formidable técnica y la manera libre
de abordar la música interpretada por Benno Moiseiwitsch, añadiendo que tal
libertad estaba “siempre atemperada por una musicalidad impecable”.
A continuación, recordamos a Benno Moiseiwitsch, con su
interpretación de la Balada Nº 1 en Sol Menor Op. 23, de Frederic Chopin.