El sitio www.compay-segundo.com publicó esta biografía.
Francisco Repilado "Compay Segundo"
Máximo Francisco Repilado Muñoz nació el 18 de noviembre de
1907 en Siboney, provincia de Santiago de Cuba, cuna de la canción trovadoresca
y del son. Hijo de una familia campesina sin antecedentes musicales.
Su primera emoción artística fue a los siete años, una tarde
del año 1914, cuando vio bajarse de un tren a un hombre con una guitarra. El
cantor era Sindo Garay. En 1916 la familia se traslada a la cercana ciudad de
Santiago de Cuba y comienza en los oficios de tabaquero y barbero.
La más intensa escuela de Repilado fue sin dudas, su
inmersión en la bohemia santiaguera de los años 20. Además, desde pequeño se
relacionó con trovadores de la talla de Sindo Garay, que era muy cercano a la
familia, Miguel Matamoros y Ñico Saquito.
La primera agrupación que integró, en compañía de otros
niños, fue el sexteto Los Seis Ases. Antes de los veinte años ya era
clarinetista de la Banda Municipal de Santiago, que dirigía el Enrique Bueno,
su maestro en el instrumento.
Con su armónico comenzó a aparecer en las primeras
estaciones radiofónicas comerciales, cantando sus composiciones propias. Más
tarde, forma parte del cuarteto Cubanacán, la primera formación
donde Repilado dio riendas sueltas a la sonoridad de su armónico.
Un año más tarde integra el quinteto Cuban Stars, dirigido
por Ñico Saquito, conjunto que se dedicaba a la propaganda del periódico El
País. Con los Cuban Stars llega por primera vez a La Habana.
Repilado comienza a frecuentar en la capital el ambiente de
los músicos populares que le eran afines. Así se hace asiduo a la casa de Justa
García.
En 1936 ingresa en la Banda de Bomberos de Regla como
clarinetista. Después integra el Trío Cuba, junto a Joaquín García y Evelio
Machín y graban para la compañía RCA Víctor.
También fue guitarrista del cuarteto Hatuey, que
Justa dirigía y donde toca por primera vez con Lorenzo Hierrezuelo. Viajan a
México en 1938, donde participan en las películas México lindo (en
la que interpretan la guaracha de Ñico Saquito, “Cuidadito, compay
gallo”); y en Tierra brava, donde tocan el tema del filme.
En la década del cuarenta ingresa en el Conjunto Matamoros
como clarinetista, donde permanece durante 12 años y conoce a Benny Moré, el
sonero mayor.
En 1942, sin abandonar su trabajo con Miguel Matamoros,
forma con Lorenzo Hierrezuelo el dúo Los Compadres, momento cumbre en la
carrera de ambos. Como homenaje a su procedencia campesina, específicamente a
su natal Siboney, se propusieron divulgar lo que llamaron “la música de monte
adentro”.
El nombre del dúo hace alusión a la forma tradicional y
criolla de saludarse en las zonas rurales de Cuba. Repilado hacía la segunda
voz en el dúo, eso, más una adaptación del propio nombre del grupo, le valió el
seudónimo por el que es mundialmente conocido y que le acompañó para siempre:
Compay Segundo.
En 1946, y de forma independiente, se une a su hija Amparo y
graban varios discos para la Compañía Gema. También toca el clarinete por esa
época en el conjunto que dirigía Miguel Ojeda con el que participa en el famoso
programa radial de la época de Clavelito.
Los Compadres se mantienen juntos hasta septiembre de 1955.
De este dúo guardó Repilado, su seudónimo y algunas notables composiciones
hechas mano a mano.
Poco tiempo después, formó Compay Segundo y sus Muchachos,
primero como trío y más adelante como cuarteto, con la idea de mantener viva la
música tradicional cubana.
Después de 1959 comienza a trabajar en la Fábrica de Tabacos
H. Upman, aunque no deja de tocar con “sus muchachos”. Se jubila en 1970 y se
consagra a su labor musical con el grupo.
Hubo años de menos actividad y cambios de integrantes, entre
quienes estuvieron Carlos Embale y Pío Leyva, de todos modos, Repilado nunca
abandonó la música, aparecía por temporadas en otras agrupaciones, como el
Cuarteto del Hotel Daiquiri a inicios de los ochenta y el Cuarteto Patria.
Con esta última agrupación visitó en 1989 Washington, para
participar como invitado especial en el Festival de Culturas Tradicionales
Americanas. En esa ocasión lo hacen miembro de honor de este Instituto.
En 1996 lo hacen artista exclusivo de la firma discográfica
DRO Music de la Warner Record de España; fue miembro la Sociedad de Autores y
Editores de España desde ese mismo año.
El popular compositor e intérprete Compay Segundo es símbolo
de cubanía. Importantes galardones rinden homenaje a su talento, como la Orden
Félix Varela de Primer Grado, la más alta condecoración en el mundo de las
artes en Cuba, además, el Premio Grammy por su participación en el disco Buena
Vista Social Club.
En febrero de 2000, visita la Sala Nervi del Vaticano,
invitado por el propio Papa Juan Pablo II. En esta oportunidad cantó su Chan
Chan, junto a otros conocidos artistas, en ocasión del Día Mundial del Enfermo.
En varias oportunidades compartió eventos y citas
culturales con Fidel Castro, presidente del Gobierno de la República de Cuba.
Compay recibió siempre admiración y respeto del dignatario cubano.
La grandeza de Compay se completa con su catálogo autoral:
más de 100 obras en los géneros de son, guaracha, bolero, guajira, changüí y
bolero-son. Afamados músicos interpretaron sus obras y reclamaron sus
conocimientos.
Entre sus aportes al patrimonio cultural cubano y de la
humanidad, sobresalen la innovación del instrumento musical de cuerda punteada,
armónico, que hace funciones de guitarra y de tres, y al cual, en los montunos
o estribillos, él sacaba el sonido de un cencerro o campanita. También a él
agradece la música cubana, la introducción de un conjunto de clarinetes como
acompañante esencial en las agrupaciones soneras.
La leyenda de Compay Segundo y sus Muchachos cautivó a
públicos de todos los continentes y generaciones, porque además de sus aportes
anteriores, estableció una marca sin precedentes: fue el cantante en activo más
veterano del mundo, y al mismo tiempo quien después de los 90 años de vida
ofreció el mayor número de conciertos -cientos, todos a lleno completo- en más
ciudades y países del planeta, y vendió la mayor cantidad de discos grabados
después de cumplir esa edad.
Otra proeza creativa poco frecuente en un músico
-máxime si rebasa las nueve décadas de existencia- es escribir una obra
teatral. Eso lo logró Francisco Repilado Muñoz con su pieza de teatro popular
cubano “Se secó el arroyito”, inspirada en una guajira homónima compuesta por
él.
Su discografía incluye los títulos: Antología de Compay
Segundo, Yo vengo aquí, Lo mejor de la vida, Calle Salud y Las flores de la
vida, este último nominado a los premios Grammy.
Francisco Repilado otro gran personaje del son que cifra en
las letras de sus canciones un universo completo de figuras, giros y
combinaciones de la conversación, que dejó para siempre salvada la memoria del
lenguaje campesino cubano, con su rica capacidad humorística e imaginativa.
A continuación, recordamos a Compay Segundo en el aniversario de su fallecimiento, con uno de sus éxitos: El Camisón De Pepa.