La expulsión de los judíos de España fue ordenada en 1492
por los Reyes Católicos mediante el Edicto de Granada con la finalidad, según
el decreto, de impedir que siguieran influyendo en los cristianos nuevos para
que éstos judaizaran.
La decisión de expulsar a los judíos está relacionada con
la instauración de la Inquisición catorce años antes en la Corona de Castilla y
nueve en la Corona de Aragón, porque precisamente fue creada para perseguir a
los judeoconversos que seguían practicando su antigua fe.
Como ha señalado el
historiador Julio Valdeón, "sin duda alguna la expulsión de los judíos del
solar ibérico es uno de los temas más polémicos de cuantos han sucedido a lo
largo de la historia de España". Por su parte el hispanista francés Joseph
Pérez ha destacado las semejanzas que existen entre esta expulsión y la
persecución de los judíos en la Hispania visigoda casi mil años antes.
El 31 de marzo de 1492, poco después de finalizada la guerra
de Granada, los Reyes Católicos firmaron en Granada el decreto de expulsión de
los judíos, aunque este no se haría público hasta finales del mes de abril.
A continuación, un informe sobre la Judería de Toledo de la TV de España.