La obra de Johann Sebastian Bach para teclado es quizá la parte más extensa
de su producción.
En el Barroco, el clavecín era el instrumento de teclado por
excelencia, y Bach le destinó una gran cantidad de obras entre las que hay
algunas de gran importancia en la historia del instrumento, como las
Variaciones Goldberg BWV 988, que está considerada como la obra de clave más
difícil de interpretar de ese período.
También son muy importantes obras como
El clave bien temperado BWV 846-893, las Partitas BWV 825-830 y el Concierto
italiano BWV 971, obras de su madurez creativa y cumbre de la literatura para
teclado hasta ese momento.
A continuación de Johann Sebastian
Bach, la Partita Nº 4 en Re Mayor BWV 828, en la interpretación de Glenn Gould en piano.
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