Bedřich Smetana nació en Litomyšl, Imperio Habsburgo, el 2
de marzo de 1824 y murió en Praga, el 12 de mayo de 1884. Compositor, pianista
y violinista.
Smetana poseía un talento natural para el piano, dio su
primer recital a los seis años, estudió música con Josef Proksch en Praga y
escribió su primera composición nacionalista durante el levantamiento de Praga
de 1848, en el que participó por poco tiempo.
Se estableció en Suecia como profesor y director de coro en
Gotemburgo y empezó a escribir obras orquestales de gran escala.
A principios de la década de 1860 un clima político más liberal
en Bohemia alentó a Smetana a regresar permanentemente a Praga y se entregó a
la vida musical de la ciudad, principalmente como defensor del nuevo género de
la ópera checa. En 1866 sus dos primeras óperas, Los brandenburgueses en
Bohemia y La novia vendida, fueron estrenadas en el nuevo Teatro Provisional de
Praga, alcanzando esta última gran popularidad.
Ese mismo año, Smetana ocupó el cargo director principal del
teatro, pero los años de su dirección estuvieron marcados por la polémica,
debido a sus ideas musicales identificadas con las de Franz Liszt y Richard
Wagner eran hostiles al desarrollo de un estilo de ópera checa distintivo y como
resultado de esa disputa, dimitió en 1874.
A finales de 1874, a los 50 años de edad, Smetana se volvió
completamente sordo, pero, liberado de sus funciones de teatro y la polémica
que causaba, comenzó un período de composición constante que se prolongó
durante casi todo el resto de su vida.
Sus contribuciones a la música checa iban siendo cada vez
más reconocidas y respetadas, pero un colapso mental, en 1884 determinó su
internación en un asilo y su posterior fallecimiento.
La reputación de Smetana como el padre fundador de la música
checa se ha fortalecido en su país natal, donde los defensores lo han
convertido en icono por encima de sus contemporáneos y sucesores.
Sin embargo, relativamente pocas de las obras de Smetana se
encuentran en el repertorio internacional y la mayoría de los expertos
extranjeros tienden a considerar a Antonín Dvořák como el compositor checo más
importante.
A continuación, de Bedřich Smetana, el ciclo de Poemas
Sinfónicos Mi Patria, en la interpretación de la Orquesta del Concertgebouw de
Amsterdam, bajo la conducción de Nikolaus Harnoncourt. Presentación realizada
el 18 de abril de 2010.